¿Ducha o bañera?
La eterna pregunta que nos ha surgido una infinidad de veces a la hora de realizar cualquier clase de obra o reforma en el baño: ¿Ducha o bañera? ¿Qué es lo mejor para nuestro hogar? Es por ello que nos gustaría aprovechar este siguiente post para darte cierta información sobre este tema, de manera que puedas decantarte por la mejor alternativa para tu caso concreto.
Como decimos, es un eterno debate en el que es imposible ponerse de acuerdo. Por lo que tendremos que dejar claro que no hay una opción mejor que otra. Más bien se podría hablar de alternativas mejores para cada persona según su caso concreto, necesidades o gustos.
En el siguiente artículo vamos a comentar cuáles son los beneficios más importantes para la ducha o la bañera. De esta forma, llegado el caso, podrás pensar sobre qué es lo que necesitas y que opción se ajusta más a tu momento actual. ¡Comenzamos!
El espacio y la accesibilidad, aspectos determinantes entre ducha o bañera
En ocasiones, el debate no tiene sentido ya que estaremos limitados por el espacio disponible en el cuarto de baño. Si no disponemos de muchos metros, la única alternativa real que tenemos es la de colocar un plato de ducha. No en vano, ocupará la mitad que una bañera, permitiéndonos disfrutar de una mayor comodidad y sensación de amplitud.
Además, las duchas ofrecen un mayor grado de accesibilidad, lo que supone una gran ventaja para personas mayores o para aquellas que tengan movilidad reducida. Sin olvidar que un plato puede adaptarse a cualquier rincón de la estancia, pudiendo colocarlas en esquinas, por ejemplo.
La bañera aporta comodidad
Pero, ¿cuándo elegir entonces una bañera? Se trata de una alternativa que puede ser muy útil, sobre todo, cuando tenemos niños, ya que nos permitirá bañarlos de una manera mucho más cómoda, sencilla y rápida.
Además, no hay que olvidarse que darse un baño de vez en cuando puede ser una forma de relajación muy útil en épocas de estrés
Como has podido comprobar, tanto ducha o bañera cuentan con numerosas ventajas específicas. ¿Cuál es tu prioridad? ¿Qué gustos tienes? ¿Y necesidades? Dependiendo de cada una, tendrás que apostar por una alternativa u otra.